Investigadores andaluces crean lubricantes sostenibles a partir de paja de trigo
Un equipo de investigación del Centro en Tecnología de Productos y Procesos Químicos (Pro2TecS) de la Universidad de Huelva ha logrado un avance significativo al transformar la paja de trigo en un aditivo innovador con múltiples aplicaciones. Este aditivo puede mejorar la estabilidad y la ecología de los lubricantes, así como reforzar las propiedades del asfalto.
El estudio, financiado a través del proyecto ‘GreenAsphalt’ de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, el Programa Europeo FEDER, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MCIN) y la Agencia Estatal de Investigación (AEI), se enfoca en la economía circular al aprovechar los residuos agrícolas y convertirlos en un material con mejores prestaciones que los aditivos convencionales de origen fósil, que son más contaminantes.
Los investigadores han modificado la pasta de celulosa, presente en la pared celular de las plantas, para convertirla en un espesante natural. Al combinar este nuevo producto con aceite de ricino, de origen vegetal, han creado una sustancia similar a una grasa industrial, utilizada comúnmente para lubricar motores, rodamientos y engranajes.
Además, este aditivo también ha demostrado ser eficaz en reforzar el asfalto utilizado en carreteras, haciéndolo más resistente al calor y al desgaste. A diferencia de las grasas industriales convencionales que se fabrican con litio, un metal con alto impacto ambiental debido a su extracción, este nuevo material se produce a partir de residuos agrícolas como la paja de trigo y aceites vegetales, lo que lo hace más sostenible, biodegradable y renovable.
La clave de este proceso radica en una reacción llamada sililación, que modifica la estructura química del material y mejora sus propiedades fisicoquímicas. Los investigadores han sido pioneros en la aplicación de esta reacción para crear este aditivo, obteniendo resultados superiores a los métodos anteriores.
Desde el campo hasta la industria, el equipo ha trabajado en la transformación de la paja de trigo en una pasta celulósica que, mediante la sililación con grupos de silicio, se convierte en un aditivo gelificante y estructurante. Este aditivo se ha probado con éxito en la creación de lubricantes semisólidos al mezclarse con aceite de ricino, así como en la mejora de la resistencia del asfalto al incorporarse a este último.
El equipo de investigación continúa explorando nuevas aplicaciones de este material, como su uso en maquinaria, vehículos y tramos de carretera. Además, están investigando otros residuos agrícolas, como el bagazo de caña o los restos de maíz, con el objetivo de desarrollar nuevos productos que reduzcan el uso de contaminantes y aprovechen al máximo los recursos hasta ahora infrautilizados.
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