Con el doble objetivo de obtener el reconocimiento del Conjunto Arqueológico de Itálica como primer Sello de Patrimonio Europeo en Andalucía así como con su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO El Ministerio de Cultura y Deportes organizó la Jornada «Itálica en Europa y en el mundo» en su sede de Sevilla en el Palacio de Altamira.
Técnicos del Ministerio de Cultura y Deporte, expertos internacionales, representantes de los gobiernos de Italia y Grecia, profesores de ambos países, así como de las Universidades de Sevilla y Pablo Olavide, además del personal técnico del Ministerio de Cultura y Deportes del Consejo de Andalucía, se reunieron para discutir y formular las candidaturas de Itálica como Patrimonio Mundial y como Patrimonio Europeo.
Durante la sesión inaugural de las jornadas, la secretaria general de Patrimonio Histórico, Mar Sánchez Estrella, anunció que «La junta andaluza está trabajando junto con técnicos del Ministerio de Cultura, así como representantes de los gobiernos de Grecia e Italia.» Estudiar la posibilidad de presentar «una solicitud conjunta para el Sello de Patrimonio Europeo» que, de tener éxito, sería «no sólo la primera candidatura andaluza en conseguirlo, sino también la primera candidatura transnacional en obtener este importante reconocimiento europeo».
De este modo, la candidatura transnacional incluiría tres enclaves arqueológicos vinculados al emperador Adriano: la ciudad de Sevilla donde nació y que transformó, tras realizar un extenso programa urbanístico, en una de las ciudades más grandes del imperio, La Villa Adriana en Tívoli (Italia), ciudad que fundó para albergar su gobierno en los últimos años de su reinado, y Atenas donde el emperador, el más progriego de la historia de Roma, fundó un gran distrito con su nombre, dotándolo de una gran infraestructura.
En palabras del catedrático de Historia Antigua de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Manuel Cortés Copete, uno de los investigadores que, junto a la profesora de la misma universidad, Elena Muñiz Grijalbo, colabora en este archivo europeo desde Itálica, “esas tres ciudades BIEN puede entenderse como la cuna de Europa». En su opinión, estas son las tres ciudades «en las que concepto de ciudadanía, nacido en Grecia, adoptado en Roma y de eso extendido por todo el Imperio que se basó, hoy como ayer, en el ejercicio del derecho y la cultura como fórmulas de progreso y comprensión universal de los pueblos».
Un argumento histórico que encaja bien con el que exigen los sitios galardonados con el sello de patrimonio europeo, centrado en promover los valores simbólicos europeos y el importante papel que estos lugares han desempeñado en la historia y la cultura europeas, especialmente entre los jóvenes. .
Itálica, ciudad ceremonial
Además, los expertos reunidos en estas jornadas, según anunció la ministra de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, durante una visita al yacimiento arqueológico, trabajan en paralelo en la reformulación de la candidatura de Itálica como Patrimonio Mundial de la UNESCO bajo el nuevo concepto de ciudad ceremonial desde su primera conceptualización, «Itálica, la ciudad de Adriano» no prosperó cuando el Ministerio de Cultura entendió que «ya existían muchos yacimientos romanos con esa cronología ya declarada por la UNESCO».
En concreto, asesora al experto internacional Cipriano Marín, que participó, entre otras cosas, en la elaboración del expediente de la candidatura de la Ribera Sacra de Galicia a patrimonio de la humanidad, además de catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Sevilla. en la nueva preparación de la candidatura a la UNESCO.
Esta nueva formulación de la candidatura destaca a Itálica como el lugar donde El emperador Adriano diseñó una ciudad capaz de integrar elementos de todo el Mediterráneo especialmente de la herencia romana y helenística, dándoles una nueva dimensión. Así se levantaron grandes templo de culto imperial espacioso calles porticadas para albergar desfiles procesionales, aguas termales de extraordinario tamaño, acompañadas de arenas para competiciones gimnásticas, grandes villas domésticas para alojar a ciudadanos destacados, visitantes y peregrinos, e incluso una anfiteatro con el triple de capacidad de la población de la ciudad donde culminaron algunos de los actos más importantes a los que asistieron residentes de toda la Península Ibérica.
En Itálica, el emperador retomó los discursos políticos y artísticos anteriores, dándoles una presentación novedosa y poniéndolos al servicio de una nueva idea: la de ciudad ceremonial, diseñada para convocar en momentos muy específicos un gran número de visitantes de peregrinos. Una ciudad, y ceremonias, destinadas a exaltar un nuevo modelo de romanidad, basado en la figura del emperador como soporte del Estado, que sigue un paradigma ideológico-urbanístico muy conocido en el Oriente griego y el Occidente romano. De esta manera, Itálica se convierte en un modelo para otras ciudades.
Además, en contraposición a los otros grandes centros ceremoniales del Mediterráneo, como Éfeso, Pérgamo o la propia Roma, En Itálica se conservan con gran integridad la mayoría de sus propiedades lo que convierte a esta ciudad de Adriano, situada en la ciudad sevillana de Santiponce, en un valor verdaderamente excepcional, merecedor del reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.