El Consejo de Gobierno ha aprobado, a petición del Ministerio de Inclusión Social, Juventud, Familia e Igualdad, el decreto que regula la composición, funciones y funcionamiento del Comité Ético de los Servicios Sociales de Andalucía. Es un órgano deliberante que arrojará luz sobre los conflictos, problemas o dilemas éticos que surjan en la intervención y desarrollo de los servicios sociales y que afecten tanto a los usuarios como a sus familias y a los propios profesionales.
Este órgano de participación tiene como objetivo facilitar la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre, generando una cultura de ética en la intervención social. Sensibilizar sobre la dimensión ética y garantizar los derechos de las personas, respetando su autonomía, dignidad y privacidad son otros de los objetivos de este comité, que brindará asesoramiento a todas las partes que puedan verse involucradas.
Sus recomendaciones no serán vinculantes, pero representan una herramienta de conocimiento y orientación para generar buenas actitudes y prácticas para quienes intervienen en los servicios sociales. Estas recomendaciones servirán para abordar situaciones particularmente comprometidas o complejas de gestionar. Además, puede proponer protocolos de actuación para aquellos casos que, por su mayor frecuencia o gravedad, generen conflictos éticos, así como elaborar informes y un informe anual.
El comité de ética, que se reunirá una vez cada cuatro meses, estará integrado por expertos en la materia quienes, además, deberán tener formación específica en ética aplicada o bioética. Así, se estructura de la siguiente manera: una presidencia, una vicepresidencia, una secretaría y 16 miembros, uno de los cuales representa específicamente a la ciudadanía.
La compleja realidad social actual, los cambios en el sistema asistencial y las prácticas de intervención social hacen necesarios unos servicios sociales a partir de procedimientos adaptados a toda esta diversidad y de ahí la importancia de la ética. En este sentido, este decreto reclama que «la reflexión ética en la acción social debe incorporarse a la práctica diaria de los equipos profesionales y a la mejora continua de su intervención, cuyas actuaciones afectan directamente a la vida de las personas». Por ello, se considera necesario Promover también el desarrollo de espacios de reflexión ética en los centros de servicios sociales.
Finalmente, según establece el decreto aprobado, el Comité de Ética estará operativo en la prestación de servicios a profesionales, centros, servicios, asociaciones, fundaciones, instituciones, administraciones públicas, usuarios y otros agentes implicados en la intervención social.
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