La rentabilidad del castañar como garantía de futuro para Andalucía
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha inaugurado las XV Jornadas Europeas de la Castaña, denominadas ‘Eurocastanea 2025’, que se llevan a cabo en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Aracena. Este evento, que por primera vez se realiza en Andalucía, reúne a más de 200 participantes de diversos países europeos, ofreciendo un espacio para el diálogo y el intercambio de experiencias en torno al ecosistema forestal y productivo de la castaña.
En su discurso, Catalina García enfatizó la importancia de garantizar la rentabilidad económica del castañar andaluz para asegurar su continuidad como motor de desarrollo en las regiones donde se encuentra presente. Destacó que este árbol, con un gran valor ambiental, cultural y paisajístico, requiere que la actividad relacionada con él sea viable para aquellos que trabajan en su cultivo, ya que su futuro está directamente ligado a su rentabilidad.
La consejera señaló que el castañar andaluz abarca alrededor de 12.000 hectáreas, siendo más de 5.000 de ellas en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva, y otras 5.600 en la Serranía de Ronda y el Valle del Genal, en Málaga. Estas masas forestales, algunas con entre 300 y 400 años de antigüedad, forman parte del patrimonio natural y cultural de las comunidades locales, siendo fundamentales para su identidad.
En cuanto a la producción de castañas en Andalucía, se concentra principalmente en Huelva y Málaga, con cifras que alcanzan las 7.000 toneladas anuales. La región ha logrado mantener un saldo comercial positivo en la exportación de castañas, siendo Francia, Italia, Portugal, Alemania y Reino Unido los principales destinos de estos productos andaluces.
El castañar andaluz, a pesar de su importancia económica y cultural, enfrenta diversos desafíos que ponen en riesgo su futuro, como la falta de rentabilidad en algunas explotaciones, el abandono de fincas, enfermedades como la tinta y el chancro, plagas como la avispilla y los efectos del cambio climático. Ante esto, la Junta de Andalucía está trabajando en colaboración con el sector para implementar medidas que apoyen a los productores y garanticen la sostenibilidad de este ecosistema.
En conclusión, Catalina García resaltó la importancia de la cooperación entre instituciones y el sector para salvaguardar el castañar andaluz, que no solo es un recurso económico vital, sino también un elemento cultural y turístico significativo en la región, generando oportunidades para el turismo sostenible y siendo parte integral de la vida local en las zonas rurales.
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